Archivum Historicum Societatis Iesu. Vol. LXII - 1993

발행: 1993년

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Uno de ellos, et jesulta padre Francesc-Xavier Butinya i Hospital, fundadoren Salamanca de las Stervas de San Iose et ano l8TT, y et figulente, en Catella, delas fi has de San Iose, ha siclo particularmente estudiado. A la biograna que estas ultimas te dedicaron en 1958, encomendada et padre Ρedro I. Blanco Trias, Siguloen l977, patrocinado por aquellas, et estudio centrado en siet utopismo socialista dei sigio xix en et catolicismo espano in por Iesus Martin Triedor - ya resenada porC. de Dalmases en este mismo AFISI 47 l 978) 399-400 - y una serie de estudios promovidos por las Iosesinas de Salamanca y por la resobrina dei fundador, Iulia

Butinya. Et interes catolico- sociat despertado en este jesulta desde su permanenciaen Cuba y concretado luego en Espana en aquellas dos congregacioneS religioSaS yen et fomento literario de la apologia socio-religiosa en tengua catalana, han Sidolos aspectos que han ido manteniendo, en Cataluna y en tocla Espana, et interes

Su actuacion ha de ser encuadrada en ta historia generat de los jesultas en suepoca, y en laS direcciones generales que dieron a tocla la Ιglesia los papas Ρio ΙX

Dei primero de ellos tenemos ya en nuestras manos et tercero y ultimo Volumen de su biografia l867-l878), obra verdaderamente monumental dei padre Giacomo Martina'. No alcango a ver la utilidad de no haber numeraclo, de I a ΙΙΙ, toclos sus Volumenes, y de haberios senalado con los subsiguientes anos de su ponti cado, lo que evidentemente complica et modo de citarios: a no ser que se deba a querer insistir, con ello, en que no se trata tanto de la historia de un ponti cado, cuanto de la biograna de un papa. Este iniciat punio de vista es indispensabie para poder juggar exactamente todala obra, y ahora en particular su temer Volumen. Del mismo modo que habra que tener en euenta que la especialiracion de este AHSI Obliga a subrayar de un modo particular las relaciones det papa Mastat Ferretii con la Compania de Iesus - asunto, porotra parte, no tangencial en Su largo pontificado, y mucho menΟS en los anos de preparacion y desarrollo dei concilio vaticano I. Ello no obstante, hemos retrasado este comentario quiZa mas de lo justo, por et deseo de hacerto constituir como et centro y rie dei presente boletin ochocentista, planendo desde hace ya bastante tiempo. En los anos preconciliares, ta intervencion delos jesultas en estos doce ultimos anos de su pontificado es paralela a la que hemos Senalado ya para tos dos periodos precedentes: et papa continua fomentando la expansion de su espiritualidad tal como esta se entendia en et sigio xix, y se sirVe de Su incondicional e incondicionada cooperacion, tanto de sus Varios frietos, segun et o elo de

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que en cada caSO Se tralaba, como muy particulamente por medio de La civilia cattolica, quiZas et organo de propaganda mas constante det papa Mastat, asi para tos te-mas mas delicados como para sostener las actitudes mas duras e intransigentes en una epoca de tantos conflictos politico-religiosos. Ello no quiere decir que, en esa epoca preciSamente, no asOmen ya algunaS diScrepancias entre los mismos jesultas, no Solo en et extra ero, sino avn entre los miS- mos que residian en Roma; discrepancias que los diversos avatares preconciliares, conciliares y postconciliares no haran sino acrecer. Descle los inicios se percibe ya uncterio contraste entre algunas actitudes dei padre Perrone en to concerniente a la congregacion dei Indice, y las posiciones dei padre Ρassaglia, mas cercano a las dei carde-nal D'Andrea, responsabie det Santo Oficio. En la mayor parte de los asuntos, las quincenates audiencias concedidas por et papa al padre Piccirillo, director de aquella revista, tal como quedan restriadas en et Diario dei padre Franco, constituyen una mente imprescindible para conocer laspersonales reacciones det papa ante et proceso de laiciZacion dei nuevo reino de Italia, sobre lodo a partir de l866 la supresion de las congregaciones religiosas - los je-suitas estaban ya di suetios defcle et ano l848 - la imposicion det matrimonio civil por lo demas, tan indisolubie, este, como lo era et canonico), la confiscacion de lamayor parte de los bienes dei clero, las nuevas leyes sobre la ensenanga publica respecto a las cuales La civilia cattolica se higo et abanderado de los previos derechos de los padres sobre la ensenanZa de sus propios hGOS), y los avances dei proyecto, ydei proposito, de la ereccion de Roma como capital dei rei no. Este proceso historico prosegula a pesar det pirrico triunso de las tropas hanco-pontificias en Mentana so-

En la tendencia mas o menos pallada de ir romanizando poco a poco las Iglesias orientales catolicas se Vieron tambien involucrados algunos jesultas. Las Iglesias mas directamente alcanZadas fueron la armenia y la caldea; aunque tam bient legaron las dissicultades a las si ro-malabaricas de la India, donee los jes uitas teni an estabiecidos Varios colegios y misiones. Hasta entonces se daban diversas jurisdicciones personales sobre esas tan dispersas I glesias. Ρor et contrario, et Vicario apostolico de Bombay, monsenor Meurin, S.I., nΟmbrado Visitador pontificio de Verapoly, tendia al estabiecimiento de una unica jurisdiccion de caracter territorial, a pesar de las largas distancias entre las dispersas iglesias locales siro- malabares. Con to que la cuestion quedo finalmente indecisa. En cuanto a la convocacion dei Vaticano I sabemos ahora con toda certeZa, conia documentacion det ex obispo de Terni, VincenZo TiZZani, dada a conocer de consu-no por Giuseppe M. Croce det Archivo Secreto Vaticano y por et propio Glacomo Martina, que la cuestion principalisima que et papa personalmente queria que se deci- diera era la insalibilidad pontificia; sin driar de lado, con todo, las reformas eclesiasticas necesarias tanto en las iglesias locales como entre los religiosos, y et grave problema dei poder temporal det pontificado romano. Hay que reconOcer que este ultimo punio, tan exagerado en su tiempo y en ta historiograssa de entonoes y avn en ta posterior, iba amortiguandose en et animo de Pio IX a medida que et reino de Italia se extendia y se consolidaba. Llego un momento enque, aunque Sin decidirse a renunciar a sus precedentes derechos historicos, se hubieracontentaclo con un pedago de tierra svieto a su soberania, como condicion indispensabie para poder Hercitar su universat jurisdiccion pontificia 4IT). En et punto de la insalibilidad, los mas intransigentes llegaban a proponer la insalibilidad det papa como base de loda la insalibilidad de la Ιglesia, actitud que ni

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Ρerrone podia aceptar l333. st y el padre Frangelin formaban parte de la comisionteologico-dogmatica. Lia civilia cattolica, una veZ convocado et concilio, llego a proponer que la insalibilidad personat det papa mese votada en et mismo sinodo por acta- macion. La insinuacion no prospero ante la durega de las reacciones que se leVanta-ron. Ni puede creerse que tal fuera et parecer de lodos los jesultas que de un modo ode otro intervenian en et vaticano I, y ni siquetra dei mismo papa. Ello a pesar de que, como Martina subraya, tos principales medios de que Ρio IX se valia para propagarsus propios deSeos eran las comunicaciones a los nuncios y los articulos de La civilia lT23. Ρero no los consiguio iodos, como por Hemplo que et Syllabus mese incluido por entero como una declaracion dogmatica lT9), cuat pretendian algunos teologos, tanto jesultas como de Otros circulos teologicos. Con la Pastor aeternus de l870 la mayoria insalibilista alcango un triunso sonaclo, pero no tan amplio como algunos hubieran querido. Ρosiciones muy rigidas, si bien no extremistas, se divulgaron y propagaron entΟnces en Roma mediante la obra dei padre Ρalmieri De romano pontifice cum Protegomeno de Ecclesia. Se estaba, Sin embargo, muy trios de algunas afirmaciones personales dei propio Ρio ΙX, como cuando dijo sin ambages at cardenal Guidi, en momentos polemicos: sila Tracligione sono ion 20T), expresion tan disonante que et mismo padre Martina se ha creido obligaclo a dedicarie lodo un apendice, et IV, para probar Suhistoricidad. Impresionantes las paginas dedicadas a la entrada dei siriercito piamontesis en Roma et 20 de septiembre de l870. Mastat recordaba su transitoria detencion en et puerto de Mallorca, et ano l823, durante su virie a Montevideo, Buenos Atres y San-tiago de Chile como companero de vi e dei vicario apostolico monsenor Giovanni Mugi. Tamhien en i 870 reapare ieron algunos trastomos psiquicOS, tenuamente Semriantes a los que habia sufrido durante et virie de regreso ante et cabo de Hornos. ΡOr eso lamentamos que no se haya citado, sobre los momentos de la siΡorta Pian, et estudio tan documentado y preciso de Iesus Ρahon, fundacio en los minuciosos despa-chos dei emhMador de Espana, presente entonces en et Vaticano junio con los escaSOS restos que quedaban dei cuerpo diplomatico. De los ultimos anos hemos de recordar aqui de modo espectat et sucinio yexacto apartado dedicado a las antagonicas posiciones ante Pio IX mantenidas

por los ex jesultas Curci y Ρassaglia 288-9l); las decisivas intervenciones dei pa-dre Tarquini y dei cardenal Frangelin en las fricciones dei Zar de Rusia con sus subditos potacos 303-326): las prevenciones det papa ante los cartistas espanoles

pido proceso de laiciZacion en Francia, y ciertas actitudeS, Supuestamente moderadas en exceso, dei director de Etudes; padre Malignon 458-6 l): las discultadesque originaron at preposito general padre Beckx las que entonces se suscitaban enet Imperio austro-hungaro: la aceptacion incondicional, por parte de los jesultas, dei non expedit sobre la participacion de los catolicos italianos en las elecciones politicas cf. ap. X). Una obra, pues, sobre Ρio ΙX que eS mas que una biografia para convertirse enuna historia, voluntaria y ne sariamente lagunosa, de lodo un pontificado que Sobrepaso los treinta anos de duracion. Los esporadicos y apasionadoS reproches que esa obra ha levantado son su mrior elogio.

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Como una evolucion de los ultimos anos dei pontificado de Ρio ΙX viene a em- palmar aqui la obra de Ioan Bonet y de Casimir Marti sobre et integrismo en Cataluna entre l88t y l88 q, primero tambien de una trilogia que ha de llegar a los primeros

decentos de nuestro Sigio.

Et de los ochenta dei parudo se abre con un hecho senalado para la historia religiosa de Catatuna: la coronacion de la Virmn de Moniserrat, mr privilegio de Leon XIII, como patrona det Ρrincipado como tal, at margen de las demamaciones historicas de lasdiocesis de Tarragona y de Lerida, que se extendian a ovos territorios de los antiguos rei- nos de Aragon y de Valencia. Fue in acto significativo para todos los intolicos. Et periodo que abama este volumen se cierra con ova secha significativa la de la ruptura dei pretendiente at trono de Espana, Carios NII) de Borbon con los integristas capita ados pordon Ramon Nocedat, caracterirados por una mayor intransigencia en los asuntOS eclesiastico-politicos: et repudio de cvatquier acer Mento a los Gobiemos liberales.

Aunque los prepositos generales de la Compania, Beckx y Anderledy, insistianen que los jesultas no interviniesen en asuntos politicos ni manifestasen, en publico nien privado, sus propias inclinaciones hacia tanguna de las sacciones en conflicto, que-dan patentes en esta Obra sus prevenciones, en tocla Espana, hacia quienes intentabanarmoniZar los principios catolicos con cuatquier regimen o partido esenciatmente liberal en sus actitudes ante la estructura misma dei Estado y ante sus relaciones con laIglesia. En Espana vigia la consesionalidad catolica dei regimen monarquico representativo, y al mismo tiempo la condicionada tolerandia de los restantes cultos, segunei articulo li de la Constitvcion de l876. Ademas, entre et puro carlismo y et integrismo intransigente, los jesultas se inclinaban mayoritariamente hacia este.

Las constantes resere M a mas inclinaciones en ta presente Obra nos imponen Su GR-men en este SI, tanto mas que sus mentes documentales capitales son et Archivo Vaticano y et de la provincia jescisca de Aragon Sant Cugat dei Valles), donde se mirevera la documentacion est tamente propia de la Compania con et archivo particular det indiscutido jese religioso dei integrismo espanol, et presbitero don Felix Sarda y Salvany.

Ρor Otra parte es paradojicamente ΟhVio que et integrismo como reaccion politi-cΟ-religioSa Se propagase en una region ya intensamente industrialigada, donde laburguesia dominante se identificaba mas, enton S, con una Monarquia constitvciΟ-nal que generalmente la protegia y amparaba. Entre los jesultas integristas de Cataluna descollaban tanto la mayor parte de Sus dirigentes - todos ellos practicamente, en mayor O menor eScala -, y en particular et padre Celestino Maias, et unico que se tuteaba con Sarda por haber fido companeros de seminario antes de entrar aquei en ta Compania. De Maias recibia este Decuentes considencias sobre las actitudes de los obispos mas influyentes en tales asuntos la delfiloliberat Urquinaona de Barcelona, cuyo entierro sue una manifestacion multitudinaria de la Barcelona anti-integrista y de los catolicos paraliberales; et decidido integrismo, entonoes, dei obispo Casanas de Urget, cuya posterior moderacion te vallo et capelo cardenalicio por parte de Ρio X. Maias te comunicaba tambien las noticias quellegaban de Roma, a traves de algunos prosesores de la Universidad Gregoriana, Sobre lodo de los catalanes y dei padre Urraburu: y tambien de Mad id, sobre las decididas prevenciones antiintegristas dei nuncio Rampolia. Ρor Maias conocia tambienSarda la particular simpatia que te merectan los dos provinciales Femin Costa y Iuan Capell, y otros jesultas de pro, como Antonio Gobema y Iaime Noneli.

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Interesante la posicion moderada dei doctor don Iuan Morgadas, obispo, primero, de Vic, y luego de Barcelona. Su propia actitud te lievo a hacer de Lo Missatger del grat Cor de Iesus, revista por et lanclada en Barcelona antes de su elevacion at epiScopado, una adaptacion catalana de su homonima Dan sa; promovia a la VeZ una devocion muy tipica de lodo et mundo catolico y propagaba et fundamento teologicoque te daba el padre Ramiere; a la veg, espamia noticias dei mundo catolico frances yde las actitudes moderadas dei obispo Dupanloup y dei conde de Montalem ri, mostrando una clara simpatia hacia sus doctrinas y hacia suS personaS. Dentro de este compirio cuadro se enmarca la carta pontificia Cum multa, de 1882, que me un Denago de Leon XIII a los intransigentes que se oponian a dos de los principales principios de su pontificado, propugnaclos precisamente por La civilia cattolica la distincton entre la tesis de la totai consesionalidad det Estado con exclusion de cvalesquiera principios liberales, y la hipotesis concreta de los regimenes liberales que se habian dado la mayor parte de los Estados europeos, y al menos en teoria toclos los de ambas Americas; en esta siluacion precisa se imponia ei mal menor de lacooperacion de los catolicos con los partidos politicos menos decidiclamente siliberalesis que llevaban et curso de la historia. En tal ambiente la obra que nos ocupa nosofrece por veZ primera una historia minuciosamente documentada de la gestacion publicacion y avatares de la obra clasica de lodo et integrismo espanol, Et liberalismo es pecado, de Felix Sarda y Salvany. En cada una de sus isses, sus amigos los jesultas catalanes le iban comunicando noticias mas O menos reservadas, provenientes de lanunciatura de Mad id, y de Roma: de la Secretaria de Estaclo, de las Congregaciones dei indice y det Santo oscio - dos dicasterios entonCes lodaVia SeparadOS. Los autores han prefericlo, en VeZ de enfocar por separado cada uno de los problemas fundamentales que entonoes se ventilaban - muy discites de distinguir y separar, lo reconocem S de antemano -, adoptar un melodo baSicamente crΟnologico, aunque ello dificulte a veces la clara comprension de los Varios cursos paralelos que Seguian los diversos problemas. Ello quiere decir que se trata de un libro de lectura se-guida no facit - aunque sumamente interesante -, pero de lectura suella y espigada liena de siluaciones inesperadas y dolorosamente diVertidas, cuando se contemplan amas de un sigio de distancia. Aun sin admiraciones aprio isticas hacia todas las actuaciones det papa Ρecci yde Sus colaboradores, no puede negarse que eSta Obra Viene a comprobar que algo Seestaba moviendo desde los liempos de Gregorio XVI y de Ρio IX. En Cataluna preci- Samente, era una mella a las itusiones de Balmes en los dos ultimos anos de su vida,

A los ultimos lustros dei largo pontificado de Leon XΙΙΙ viene a referirse et se-gundo tomo dei padre Manuel Revuella sobre La Compania de Iesus en ta Esparia contemporane . Todas las cuaticlades que habiamos notado at recensionar et primero - AFISI l 9863 297-301 - las hallamos igualmente en este, que abarca de l884 al 906, epoca de siexpansion en tiumpos reciosis como la desine et autor. Todos los problemas de esos ventidos anos se han sistematiZado en tres partes las dos primeras, de caracter cronologico, que comprenden desde los ultimos anos delgeneralato dei padre Beckx todos los de Antonio M. Anderledy y de Luis Martin ses-

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te, desde l892); en la tercera, melve a apar er Hesiodo con silos trabrios y los diasn, y en ella se examinan los problemas generales debatidos en ambos periodos, de loscuales uno de los mas importantes habia de ser, necesariamente, et det integrismo. Aquel valor principat que reconoclamos en et primer tomo, et de preSentar siem- pre a los jesultas moviendose dentro de su Espatia coetanea, reaparece aqui con iguali uerZa y con iguai donatre. La primera parte se abre con una se ion cuyas treS cuartas partes - los capitulos i-iii - tratan directamente dei sistema politico de la Restauracion como se apellida en Espatia a la oelia de la dinastia borbonica en 18TI), det al- temarse de sus Gobiemos conservadores y liberales en relacion con la Compania, y delas relaciones de los jesultas con los gobernantes. Et mas inmediatamente jesuitico es et capitulo iv, sobre las varias siluaciones legales de la Compania. Todo io tralado porextenso en esta primera parte se halla esquematizado en ta utilisima siCronologianque cierra et Volumen. Es obvio que los jesultas, con sus claras raices integristas, hallasen en conjunto mejor acogida en los gobernantes conserVadores, por mas que ellos mismos se

definiesen liberales-conservadores. Lo notable es que sibrio la jesatura de Sagastalos ministros liberales no dieron taciticlades a la Compania, pero tampoco cauSaron problemasn 53), aunque si les pusteron en algunos aprietos, tanto en ta Peninsula como en Ultramar. Moret permanecio siempre HSuspicaZn y sideserenten, y laSmismas ualternativas de la politica no permitieron a los liberales imponer medidasdrasticas contra las orclenes religiosasn d). Mientras tanto los jesultas, aunque cartistas en et fondo, se fueron ganando siasecto crediente en ta reina Maria Cristinan -56) de Habsburgo-Lorena, viuda de Alsonso XII y regente dei reino durante la minoria de Alfonso XIII. Las autorizaciones legales de esta epoca figuen las lineas ya estabiecidas at finaldet reinado de Isabel II: un cierio reconocimiento de la Compania en orclen a las misiones de Cuba y Filipinas, como en 18 2, y et decreto dei marques de OroVio, del86T, de reconocerta como corporacion docente. Como misioneros, los jesultas estaban exentos dei servicio militar 84), y se les facilitaba ta creacion de una serie de casasy colegios en todo et reino, at compas de las disposiciones legales que se fueron dando en favor de lodas las orclenes y congregaciones: a todas ellas se resiere por entero et ultimo apartado det segundo capitulo. La Segunda parte se abre con una vision global de las directrices de gobierno y deespiritualidad de cada una de las tres provincias de Aragon, Castilla y Toledo en item- po de Anderledy, con datos precisos sobre los principales dirigentes, en generat historicamente exactos, aunque at autor a Veces se te escam la mano hacia la ponderacion yla hiperbole. Et enviar dos veces, et padre generat, provinciales de mera a la provincia de Toledo no parece que se deblera solo a tralarse de Huna provincia en isse de creei mienton 2Il), dado lo que ya se sabe ahora sobre las tiranteces enire los integristas mas intransigentes y los mas moderados, precisamente en una region donde residian ala ver et Gobierno dei Estado y la Nunciatura dei Vaticano. La cuestion provenia de antes durante et generalato dei padre Beckx esa cuestion habia ya enisentado a los jesultas de las tres provincias con algunos de los mas prestigiosos obispos et de Salamanca, et agustino fray Tomas Camara: et arZobispo

Ya hemos indicado que la cuestion central de este largo periodo de mas de veinteanos, en toda Espana, sue la dei integrismo, tanto en toda la Iglesia espanota como enespectat en ta Compania de Iesus, actitud un tanto parad ica en comparacion con la

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que los jesultas habian mantenido hasta la epoca de la supresion de l773, aunque Similar en su deSmarcamiento de los poderes publicos durante sus ultimos decentos, loS de las varias persecuciones jurisdiccionalistas. Ahora su generat procedeneia cartista y sus generaligadas actitudes integristasios desularon de las posiciones moderadas propugnadas en 188l por la Union Catolica det catolico moderado don Atriandro Ρidat y Mon, Hlodos unidos en defensa de Elliberalismo es pecadon de Sarda y Salvany, como ya hemos expueSto anteriormente, ycon la admiracion y amisiad de su autor. Tal posicion no era factimente conciliablecon la Roma de Leon XIII y de su secretario de Estado et cardenal Rampolia, conoce-dor personat de la vereadera siluacion politico-religiosa de Espana desde su misma nunciatura: y de hecho les vallo a los jesultas una seria reprimenda dei papa por medio de una carta del 20 de margo de l880 al obispo de Urget, muy luego publicada: enella no se les citaba expresamente, pero se les aludia con entera claridad 3TI).La siluacion comenZo a cambiar con et generalato dei padre Martin, convencido cartista, pero inclinado a la adaptacion at cambio politico en ta linea 6hipotetican propugnada por La civilla cattolica. Muy atinaclamente distingue et a. entre los integristas alsonsinos - en general tos de la Union Catolica de Ρidat y Mon - los integristas abiertos, y et integrismo exacerbado; y senata que a medida que avamaba et Sigio, y, con et, et generalato dei padre Martin, los jesultas se van desmarcando det integrismo ultrancista 660-86, 763-8 ), hasta llegar at integrismo residual de tiempos de Pio X con la famosa carta pontificia a los catolicos espanoles 785-86). No me parece, encambio, afortunaclo hahiar det uintegrismo abierton de Sarda y Salvany 673), cuando su unica apertura sue una cierta aceptacion dei catalanismo cultural , y su certera vision de que las luchas entre los catolicos hahia ya llegado a extremos inaceptabies

esto ultimo me lo que te decidio a dar su loque de aleria en Alto et fuego si 2 juniol896), articulo que, Segun aSeguro, sia nadie me consultadon antes de escribtrio. Pero et propio Revuella acepta la version de alguno de los integristas mas radicales, segunei cual fueron los padres Vigo, Adroer y Giggros quienes se lo sugirieron 679). Mas una cosa es que et integrismo laese la cuestion capital de loda esta epoca enla historia de la Compania espatiola, y otra que et a. le dedique ei mayor numero de paginas de lodo este tomo ΙΙ. Este no podia driar de extenderse mucho mas, en sus dos primeras partes, a estudiar las Varias congregacioneS proVinciales y de procuradoreS,a los temas que en ellas se ventilaron en cada provincia y a las personas elegidas parariercer las diversas funciones; at modo de gobiemo Semido por los generales, proVinciales y superiores, y a los diversos horiZontes que se fueron abriendo en los campos politico y sociat, y, tal cuat veZ, a los seriOS Peligros de una nueVa expulsion. Quedan bien delineadas las caracte isticas de cada una de las tres provincias jesu-iticas y de sus casas principales que les daban Su tono peculiar; los personajes que actuaban con mayor suceso en los varios ministerios espirituales y docentes, y los que come aban a dedicarse a la publicacion de obras defcle mucho antes de la aparicion, en l 900, de la revista Raeton 'fe, cuyo primer asomo aparece muy significativamente

en ta congregacion provinciat de Toledo de l896 634).Ηay que recordar que las discordias intraeclesiales dei integrismo se entreveraban con otras igualmente peligrosas, aunque por distinios moti vos las procedentes det anticlericalismo burgues y det anarco-sindicalista y socialista. Con to que muypronio se iran desareollando las actividades de caracter social-catolico, que tenorancabal cabida en et tomo siguiente de esta ingente obra, si bien alguna de ellas, comolos centros obreros dei padre Vicent, comieman ya a apuntar, con fuerZa y entre pre-

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Ya he apuntado at principio de esta recension - menos larga de lo que la amplitud y el valor de la obra ciertamente exigirian - que son silos trabrios y los diasn losque caracterigan las varias actuaciones de los jesultas en Espatia durante este periodo de tiempo, hasta la muerte dei padre Luis Martin, quinto preposito general espanoldesde Tirso GongaleZ, en et gorae de los SiglOS XVII y XVIII. En poco mas de 300 paginas 9Tl-l36T) se condensa una cantidad inmensa de ci-Das y de datos documentales, cuya aparente monotonia Viene siempre salvada por lainterpretacion oportuna, et detalle revelador, la comparacion adecuada, los mas des-tacados rasgos de las dramatis o dramatum personae. Ges sin prisas ni pesadas lentitudes se recorre la vida de cada una de las tres grandes provincias, con SuS raSgOS maStipicos, a traves de lodas y cada una de Sus caSaS. sistas vienen agrupadas por las varias actuales regiones que agrupaba cada provincia: la de Aragon et antiguo reino, los de Valencia y Mallorca y et principado de Cataluna), Castilla Navarra y las Vascongadas, ta Rivia, Cantabria, Asturias, Galicia y los antiguos reinos de Castilla y Leon) y Toledo toda la actuat Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura y Andalucia entera mas las Canarias). De estas paginas, mas propias para Ser leidas por Se ioneS y a trOZOS, que no tΟ-das seguidas, saltan ya los nombres y las obras que, como se ha dicho, se estudiaranmas especificadamente en et tomo ΙΙΙ, ya en preparacion avamada, y eSperamOS queen edicion casi inmediata, daclo et impetu investigador y recla tonat de que hasta aliora ha clado pruebas includabies et padre Manuel ReVuella. Un cambio notabie se dio en et ponti cado romano y en algunos aSpectos dela historia de la Ιglesia en generat con la eleocion dei cardenal Ρecci, en 1878, paraocupar ei sumo pontificado. Ρara Espatia me un signo favorabie la designacion, como secretario de Estado, dei cardenal Rampolia dei Tindaro, quien precedente- mente habia siclo auditor de la nunciatura de Madrid y, despues, nuncio en ESpana. Ese conocimiento directo de las actitudes contrapuestas entre las varias saccioneS ecleSiasticas, y su caracter moderado y conciliador, habian de ayudar a Sacar ala Iglesia Espanota de las luchas internas a que hemos asistido at comentar lasobras hasta aqui resenndRS. Vicente Carcet orti, que tanto se habra divertido asistiendo, a un sigio de distancia, a tantas querellas inutiles y perjudiciales para tos catolicos, Viene aliora a

Et verdadero titulo de la obra es mas bien et subtitulo: Informes vaticanoSSobre la MDSia en Espana, o, mas exactamente, informes reci bidos en et Vaticanoacerca de la Iglesia espanota, acopiados por et nuncio Vico durante et nuevo pontificado, Su primera parte nos ofrece et lamentabie panorama de los Catolicos divididosis en tiempos avn de su antecessor Rampolia: una division que soloayuclara a disminuir et documento pontificio Cum multa, y que tenera como telon de fondo las contrastantes actitudes religioso-politicas entre et primaeo de Toledo cardenal Sancha y et argobispo de Sevilla, et sibeaton cardenal Spinota. No se trata de los udramatis personaen sino de la udramatis prima quaerela siue action. Tambien aqui aparecen las predi lecciones historicas dei autor, parrias alas de sus precedentes aportaciones fundamentales a la historia de la Iglesia es-panota en et Sigio XIX.

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Lo esenciat de esta ultima, tan voluminosa', es la edicion de los seis dictamenes sobre la siluacion de Espana sl 99-9443 preparados por et nuncio Vico a pelicion dei secretario de Estado Rampolia en los ultimos an os dei sigio, cuando sobre las divisiones intraeclesiasticas, mas que intraeclesiales, Se Sobreponia et clima generat de declive militar, politico e internacional de Espana, que deSem-bocara en et desastre de l898. Los seis informes o memoriales pueden ir suciniamente anotados por haber Sidoya profundamente analiZados en tocla la segunda parte de la Ohra, sobre 6Sacerdotes y religiosos', y en ta presentacion de unos informes que otros muchos historiadores de la Iglesia espanota habian inutilmente buscado en los fondos mas obvios det Archivo secreto vaticano Asuntos extraordinarios, Secretaria de Estado y Nunciatura de Madrid), pues se sabia que existian pero no habian podido ser localigados. Carcelorti tos hallo sicasualmenten, con una de esas casualidades que solo ocurren a lΟS queposeen imanes singulamente sensibies. Es obvio que et nuncio Vico contase con numerosos colaboradores, dentro y fuera de la nunciatura, para hacer tan inmenso acopio de noticias y para poder formularjuicios, las mas veces exactos, sobre los temas indagados. Rasaei Sang de Diego ya habia hallado rastros de la colaboracion de algunos jesultas, rastros que Carcet Ortipuede confirmar con aguda Verosimilitud en algunos casos, pero que en modo alguno pueden extenderse a la mayor parte de los informes. Centrandome ahora en et ambito propio de este AHSΙ, no puedo dejar de mencionar et largo y, por supuesto, laudabilisimo informe sobre uno de los liamados viseminarios centralesn, unico regentado por los jesultas, et de Salamanca 466-9).Ρor lo que se resiere a la Compania de Iesus, pocos datos nueVOS Se podrandetectar en et informe ΙΙΙ sisobre et estado de las orclenes religiosas en Espanan nien et VI sisobre la Accion catolica en et orclen publicon. En cambio, toclos los historiadores de la vida eclesial de Espana en et pontificado de Leon XΙΙΙ, y avn enlos posteriores hasta nuestros mismos dias, no deberan driar de consultar et informe IV sisobre la legislacion espanota en materia eclesiastica, comparada conia legislacion canonican 6TT-804). Y casi se podria decir lo mismo, con los cam-bios inherentes a un svieto tan movediZo, det V sisobre et estado de la prensa periodica espanotan: no solo sobre la de caracter eStrictamente religi OSO, Sino Sobre 88T diarios y revistas 824-66), con juicios extremadamente preci SOS, Siempreen relacion con las corrientes politicΟ-religiosas que predominaron durante et

pontificado det papa Ρecci.

En un solo punis no est a de acuerdo con la metodologia uincla por et auto editoren este n vo tomo: et damos los textos de estos importantisimos informes solo en tradu cion castellana. Creo que cuiaquier lector capra de no arrectane ante este volumon de casimit paginas ta de tener una cultura sufficiente para enstentane con la lingua italiana sin ma-yores dissiculta s. Se nos as ura que la traduccion es precisa y exacta. No lo cludamos. ει-m, am mi, muchas expresiones no las captara quien carraca de in hamia siquiera det italiano. Solo asi adivinam que si cudosis debe de significar 'pesos duros', que et siMinisterio delInterioris quena decis 'el de la Gobemacion', que los inlidinosis son los 'padres silipenses'. Asi, lo que por un laclo se facilita, se complica por Otro. Es et unico desecto de monta que sabemos hallar en este inmenso monton de tanbien trabriadas y elaboradaS paginaS.

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CONSPECTUS BIBLI RAPHICI

Los problemas religioso-politicos que asectaron a toda la Iglesia y tambien a to-da la Compania durante los pontificados de Ρio ΙX y de Leon XΙΙΙ, no terminaron con la muerte det papa Ρecci en l903. Con otros matices y con nuevos problemas se prolongarim durante los dos siguientes pontificados de Ρio X y de Benedicto XV. Desde que en 1985 los archivos dei Vaticano fueron abiertos a los estudiosos para laconsulta de los documentos anteriores a l922, muchos historiadores contemporaneos han hallado en ellos numerosos documentos no insospechados - porque Se podianadivinar a traves de otras mentes pero si nuevos, orientadoreS y comprobatoriOS.

Et doctor Ramon Coris i Blay, de quien ya hemos habiado at principio de este boletin bibliografico, nos ha Osrecido un inventario dei fondo de la nunciatura de Espana correspondiente a los anos l899-192l y reserente a Cataluna'. Un inventario noes una historia, pero tampoco es una simple lista de suentes, pues a los que conorean Ohayen tenido que estudiar algunos aspectos de ese periodo, la simple indicacion de lostemas puede significar ya o una comprobacion o un nueVo aliciente. Como et archivo de la nunciatura de Mad id se ha conservado en et Vaticano sinreordenario de un modo cientisco, sino tal como se hallaba en su sede original, Segunsus finalidades practicas, los documentos aparecen orclenadamente deSordenados. Solo que et indice cronologico dei final viene a daries un orclen historico, y los denombres y materias, una agrupacton sistematica. Es obvio que en tan amplio acopio documentat predomine la tematica est icta- mente estatal y diocesana sobre la reserente a las Orclenes y congregaciones religioSaS. Pero esta se halla presente sobre lodo en et caso de los religiosos y religiosas disuellos

en Francia en 1880 y refugiados en Espana: en ta persistente cuestion de las varias interpretaciones dei concordato de l8 l y de las disposiciones generales dei derecho civit sobre la libertad de as iaciones, en las restricciones de la siley dei candadon, quellevo a la ruptura temporal de las relaciones diplomaticas enire Espana y la Santa Sede. y en ta repercusion que Varios problemas politico-culturales, sobre lodo et de la in-

semion de los religiosos con mayores contactos con et mundo externo, tuVieron en los

problemas sociales y politicos det Estado. Aun dentro dei desorden cronologico en que aparece aqui inventariada esta rica y nueVa documentacion, Sorprende que se abra con una serie de intervenciones de je-suitas en ta conceston de titulos nobiliarios y condecoraciones pontificias a Sus propios bienhechores, y se cierre con una larga serie de documentos relacionados con laAccion Popular dei padre Gabriel Patau - ya estudiada a base casi solo de mentes je-suiticas, y consimientemente de un modo parciat e incompleto, pero que eSpera una revision mas a fondo sobre esta nueva documentacion y sobre las consecuenciaS quellevaran a los conflictos sociales de la II Republica. Otro punio de interes lo constituye la se uente intervencion dei nuncio, movido por algunos Gobiemos espanoles, para que la Santa Sede presentara admoniciones a algunos generales de ordenes religiosas a sin de ahogar los movi entos culturales y religiosos que iuviesen alguna relacion con et regionalismo politico. Claro que, en este punio, la documentacion que semira a partir de l922 sera mucho mas compromeaedora. Aquellas coincidendias o concomitaneiaS, por una parte, γ, por Otra, la eStrecha cO- laboracion de otros religiosos con et Gobierno en los anos de transicion de l923-l930, Vendran a arrojar mucha lug sobre cierias actitudes anticlericales de la ΙΙ Republica.

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